La revolución del Low-Code y No-Code: un cambio en la gestión de infraestructuras
La digitalización continúa progresando a ritmo acelerado, y las plataformas Low-Code y No-Code (LCNC) se han establecido como un instrumento esencial en este proceso. Estas tecnologías no solo están transformando el desarrollo de aplicaciones, sino que están reconfigurando el rol del ámbito de la Tecnología de la Información en la administración de empresas. Este texto analiza la forma en que estas plataformas están transformando la forma en que las organizaciones administran tecnología, seguridad y operaciones.
La democratización del desarrollo de software
Una de las particularidades más sobresalientes de las plataformas LCNC radica en la democratización del desarrollo de software. Actualmente, los usuarios no expertos tienen la posibilidad de desarrollar aplicaciones mediante interfaces intuitivas y de arrastrar y soltar. Esta habilidad satisface la demanda de rapidez en los negocios, la escasez de programadores competentes y la presión por disminuir gastos. De acuerdo con Gartner, para 2025, el 70% de las nuevas aplicaciones empresariales se generarán a través de estas plataformas, un incremento considerable en comparación con el 2020.
La dualidad de la adopción de LCNC
La implementación de LCNC (LowCode/NoCode) ofrece una dualidad fascinante.
Facilitan a los usuarios de negocios crear soluciones rápidamente, fomentando la innovación.
Ayudan a la comprensión profunda de los procesos laborales internos.
Plantean nuevas dificultades en la gobernanza de la TI.
La seguridad se convierte en un desafío en este nuevo contexto.
El progreso descentralizado implica tácticas de vigilancia novedosas.
Demanda regulación en un ecosistema cada vez más fragmentado.
Impulsores clave del movimiento LCNC
Diversos elementos fomentan el desplazamiento hacia las plataformas LCNC. Estos sistemas permiten a los usuarios crear aplicaciones con un mínimo de codificación, o sin necesidad de codificación en absoluto.
La rapidez en los negocios facilita respuestas ágiles frente a las variaciones del mercado. En un entorno empresarial dinámico, la capacidad de adaptación es crucial para mantener la competitividad.
La falta de desarrolladores formados se solventa con herramientas que posibilitan a los usuarios empresariales aportar de manera directa a la transformación digital. Esto democratiza el desarrollo, permitiendo a personas con escasa experiencia en programación participar en la creación de aplicaciones.
Además, la optimización de costos se ha transformado en una prioridad, dado que el desarrollo de LCNC puede disminuir hasta un 70% el tiempo y el costo de la creación de aplicaciones. Esta eficiencia resulta esencial para las empresas que buscan reducir gastos mientras aumentan su capacidad de creación y respuesta.
En conclusión, las plataformas LCNC se presentan como un motor de cambio en la tecnología corporativa, brindando posibilidades para la innovación, reducción de gastos y aumento de la rapidez. Sin embargo, también requieren una perspectiva estratégica en la administración de infraestructuras. Las entidades que incorporen estas herramientas, sumadas a modelos apropiados de gobernanza y formación, estarán más capacitadas para florecer en la era digital.